Mosaico de Virgilio escribiendo la «Eneida» junto a las musas Clío y Melpómene ©Entre los más grandes poetas romanos, Virgilio fue el autor de la «Eneida».
Publius Vergilius Maro, conocido en español como Virgilio (o a veces Vergil), nació cerca de Mantua, en el norte de Italia, en octubre del año 70 a.C. Pasó sus primeros años de vida en el norte de Italia. Su primera obra fueron las «Églogas», publicadas a mediados de los años 30 a.C. Ofrecen una imagen artificial e idealizada de un mundo de pastores cantores -la Arcadia de un ideal pastoral europeo posterior-, pero también están llenas de referencias a personajes políticos contemporáneos.
La siguiente obra de Virgilio fueron las «Geórgicas», publicadas en el 29 a.C. y eran un poema didáctico, en cuatro libros, sobre la agricultura. Se remonta, en última instancia, a la obra del poeta griego arcaico Hesíodo (hacia el 700 a.C.). Fue dedicado al estadista romano Cayo Mecenas, que se había convertido en mecenas de Virgilio. Su apoyo permitió a Virgilio dedicarse a tiempo completo al estudio y la escritura. Además de Mecenas, entre los amigos de Virgilio se encontraban Octavio, que se convirtió en el emperador Augusto tras establecerse en el poder en el año 27 a.C., y muchos escritores y poetas destacados.
La última obra de Virgilio fue la «Eneida», un poema épico en 12 libros que se remonta a los dos poemas épicos de Homero, la «Odisea» y la «Ilíada», del siglo VIII a.C.. Describe el viaje del héroe troyano Eneas a Italia y las guerras que emprendió una vez llegado allí. Pero el poema no se limita a dar una versión de los primeros orígenes de Roma, sino que alude a todo el curso de la historia romana, que culminará en el reinado de Augusto. Así, la tragedia de Dido, la reina de Cartago, que se vio empujada a suicidarse por su pasión por Eneas, es el origen último de las guerras púnicas, las posteriores guerras de Roma contra Cartago por el control del Mediterráneo occidental. Del mismo modo, la lucha de Eneas, en su intento de fundar una ciudad para su pueblo, también prefigura en algunos aspectos la de Augusto en el restablecimiento de Roma.
El propio Virgilio murió de fiebre en el año 19 a.C. Se supone que en su lecho de muerte ordenó destruir la ‘Eneida’, pero por orden de Augusto se publicó.